NO PODEMOS PERMANECER INDIFERENTES FRENTE AL RACISMO Y LA XENOFOBIA
Respuesta de EAPN-RM al pregón racista y xenófobo que inauguró las fiestas de Molina de Segura
El racismo y la xenofobia se basan en la ignorancia. Una ignorancia que se regodea de sí misma y se muestra ciega y sorda ante las evidencias, los datos y la razón. Así, el mundo se hace más pequeño, hostil y amargado.
El racismo y la xenofobia son indecentes. Carecen tanto de dignidad que son capaces de plantear la posibilidad de dejar que miles de personas mueran ahogadas en el mar.
El racismo y la xenofobia hacen trampas porque convierten en culpables a aquellas personas que son víctimas de la guerra, de la persecución, del hambre, de los desastres climáticas, de la tiranía, de la pobreza insoportable.
El racismo y la xenofobia reducen el crecimiento porque sin las aportaciones de las personas inmigrantes nuestra agricultura y nuestro modelo de desarrollo no serían posibles.
Quien opta por estas actitudes se pone voluntariamente una venda hecha de desprecio por el bien común y los Derechos Humanos. Y, sin bien común ni Derechos Humanos, no hay futuro.