Comunicado de EAPN – RM sobre la llegada de más de 500 personas inmigrantes a la región de Murcia en tres días y su traslado a la cárcel de Archidona
El filósofo murciano José Antonio Zamora, miembro del CSIC y del Foro Ignacio Ellacuría, suele decir que la inmigración es un espejo que nos devuelve la imagen de nuestra sociedad. La llegada de más de 500 inmigrantes a las costas de Murcia entre el viernes 17 de noviembre y el domingo 19 y su posterior traslado a una cárcel todavía por estrenar nos ha llenado de reflejos. Reflejos que no dejan bien parada a nuestra sociedad.
No es posible hablar de inmigración sin hacer, aunque sea brevemente, una referencia a las causas. No existe efecto llamada, existe efecto expulsión o huida. Son terribles las fuerzas centrífugas que expulsan a miles de personas de sus hogares. Algunas huyen de la guerra; otras de la persecución política, religiosa o de género; otras huyen del hambre. Políticos, periodistas e intelectuales tienden a fragmentar la realidad y a usar distintas etiquetas. Ahora se distingue entre inmigrante y refugiado, creando categorías que provocan falsas separaciones. Huir de la guerra es horrible, pero no lo es menos huir del hambre, que también mata. Buscar una vida mejor a la miseria a la que estás destinado si te quedas en tu país, también es un motivo legítimo. Hay quien emprende un viaje de años, cruzando desiertos y mares (literalmente), arriesgando la vida, para conseguirlo. No podemos banalizar ninguno de los motivos que impulsan a la gente a inmigrar. Un dato que puede ilustrarnos: “El PIB de España, con 47 millones de habitantes, es superior al agregado de los 53 países africanos con sus 1.300 millones de habitantes. Nuestro país tiene el récord mundial de desigualdad con respecto a sus vecinos” (Íñigo Moré, analista experto en economía internacional y autor del libro “Borders of inequality”; publico.es 20-02-14).
La llegada de más de 500 personas a Murcia en un solo fin de semana, se narró con las expresiones habituales: “avalancha” (incluso adjetivada: “gran avalancha”), “invasión”, “oleada”… Se dio por sentado que el problema fue de falta de recursos. Eso nos lleva a una primera pregunta: ¿Puede un Estado como el español verse desbordado por 500 personas? España es la cuarta economía de la zona euro, la quinta de la Unión Europea y la decimocuarta del mundo en términos de Producto Interior Bruto (marcaespana.es), debería, por tanto, contar con recursos suficientes para afrontar situaciones como la que comentamos. Planteamos una segunda pregunta: ¿Estamos, más bien, ante un problema de coordinación y gestión de los recursos existentes? Consideramos que la responsabilidad de la acogida sigue una vía ascendente. Las personas inmigrantes desembarcaron en Cartagena pero podemos llegar a Bruselas pasando por Madrid. Las políticas de inmigración deben ser atendidas por toda la sociedad y, de manera muy especial, por las administraciones que tienen competencia en la materia. La responsabilidad de las autoridades públicas, estén donde estén, les debería llevar a ocuparse del tema de la inmigración / refugiados mejor de lo que lo hacen.
Nuestros responsables políticos suelen afirmar que la democracia también está en las formas. ¿Qué debemos entender, entonces, cuando se traslada a un numeroso grupo de inmigrantes a una cárcel? ¿Qué mensaje se manda a la sociedad? ¿Qué reflejo vemos en el espejo? Hasta ahora, las cárceles estaban destinadas a personas que habían cometido un delito o estaban en prisión preventiva. Ahora las ocupan personas que lo único que han hecho ha sido llegar a nuestro país buscando legítimamente una vida mejor. El reflejo que vemos nos habla de un estereotipo muy viejo y que llevamos años denunciando como falso: la relación entre inmigrantes/refugiados con delincuencia. La falta de coordinación de los recursos existentes también es muy reveladora. Una sociedad que dice tener entre sus valores la Solidaridad y los Derechos Humanos, debe demostrarlo. Y eso, muchas veces, se hace dedicando, y usando adecuadamente, recursos para atender situaciones tanto de emergencia como estructurales.
En nuestra opinión, la inmigración no es una cuestión de seguridad sino de acogida. Cuando miremos al espejo, queremos ver una sociedad en la que todas las personas tengan los mismos derechos.
EAPN – RM (Red de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión de la Región de Murcia)