El Grupo de Derecho a la Educación de EAPN Región de Murcia está desarrollando un ciclo de seminarios titulados «LA LOMLOE EN CONTEXTO: EDUCACIÓN Y LUCHA CONTRA LA POBREZA, LA DESIGUALDAD Y LA EXCLUSIÓN”. El primero de ellos se celebró de forma online el pasado 18 de febrero bajo el título «DIAGNÓSTICO Y PRIORIDADES DE UN SISTEMA EDUCATIVO INCLUSIVO FRENTE A LA POBREZA, LA DESIGUALDAD Y LA EXCLUSIÓN«. Lo que sigue es una pequeña crónica de este primer encuentro.

“Las personas somos seres vulnerables, esta vulnerabilidad se combate con el empoderamiento que tiene una base fundamental en la Educación, para que podamos disfrutar de todos los derechos humanos”. Emilio Martínez Navarro.
Ayer tuvimos la oportunidad de disfrutar de la primera de las sesiones del seminario online: “La LOMLOE en contexto: Educación y Lucha contra la Pobreza, la Desigualdad y la Exclusión” organizado desde el grupo de trabajo de Educación de la EAPN R. Murcia, y que se llevará a cabo en sucesivos jueves, 18, 25 de febrero y 4 de marzo.
La primera de estas sesiones “Diagnóstico y prioridades de un sistema educativo inclusivo frente a la pobreza, la desigualdad y la exclusión” fue presentado por la Presidenta de la EAPN Región de Murcia, Rosa Cano Molina.
Durante la presentación del seminario, Rosa Cano resaltó la importancia de poner en marcha medidas que combatan las desigualdades, lo que requiere un incremento significativo de inversión pública en educación y que tenga en cuenta el impacto y los efectos del COVID en el conjunto del sistema educativo.
Para Rosa, es necesario realizar este tipo de seminarios con personas expertas en la materia para que, conjuntamente, seamos capaces de encontrar una solución a la transmisión generacional de la pobreza. Y la persona experta, que dio inicio a este seminario fue Emilio Martínez Navarro, catedrático de filosofía moral y política de la Universidad de Murcia.
En su disertación, Emilio Martínez nos ayudó a comprender el origen de nuestros valores como sociedad, cómo la igualdad se ensalzó como valor superior desde el inicio de la modernidad y cómo la Declaración de Derechos Humanos consiguió aunar y reconocer derechos tanto civiles y políticos como económicos, sociales y culturales. Porque no se puede desarrollar un verdadero derecho político y/o civil, si previamente no se tienen las necesidades básicas cubiertas.
Esta crisis sanitaria, ha evidenciado la importancia de reforzar lo público. El primero de los criterios éticos de nuestra sociedad, debe ser continuar trabajando por la igualdad y por la dignidad de todas las personas.
Tras esta reflexión del ponente, se dio paso a Nuria Manzano Soto, Profesora titular de la UNED, especializada en educación. Nuria desarrolló una presentación de datos, cifras y diagnósticos sacados de organismos oficiales tanto nacionales como internacionales, para poner en perspectiva la situación de nuestro sistema educativo y de cómo éste afecta o interfiere en el origen y transmisión de la pobreza en nuestra sociedad.
Para Nuria, la educación aborda de manera transversal la protección tanto de la infancia, como de las familias más vulnerables. Atendiendo a los indicadores más utilizados de medición de la pobreza (Gini y AROPE) a lo largo del tiempo, se desvela que la pobreza infantil se encuentra estancada en tasas de pobreza que superan el 28%, no hemos sido capaces como sociedad de reducir este porcentaje.
Hay que tener en cuenta que la pobreza infantil tiene consecuencias a futuro en todos los ámbitos de desarrollo de la persona. España no está siendo capaz de romper esta inercia de pobreza, y el efecto compensador que debería tener la educación no está siendo eficaz (1).
Para romper ese círculo de pobreza, Nuria nos expuso como se requieren estrategias combinadas que se puedan utilizar como palancas de cambio, ya que sólo con la educación como palanca no se consiguen resultados. La educación, por sí sola, no puede frenar o revertir las desigualdades.
Para finalizar, Nuria nos pintó el futuro necesario hacia el que debemos tender como sociedad para paliar la pobreza, y pasa por desarrollar un sistema educativo más inclusivo, de mayor calidad y más equitativo. Para ello, es necesario una política educativa redistributiva que sea capaz de superar algunas de las barreras asociadas a la pobreza, entre las que se encuentran; la escolarización de (0-3 años), reducir la brecha digital y la digitalización, así como aumentar el número de becas.
Como colofón a esta sesión inicial del seminario, pudimos contar con el profesor Miguel Gambín Gallego, quien abordó desde su experiencia profesional y personal casos de éxito en el abordaje de situaciones de exclusión y pobreza desde la educación.
De todas estas experiencias como docente, tanto en España como en Mali, nos transmitió cómo el entusiasmo y la dedicación del docente, puede activar procesos de cambio personal en los alumnos y alumnas, así como la salida del círculo de pobreza en el que se encuentran.
No se debe dar ningún caso por perdido, cada alumno/a es único, y es deber del docente ser capaz de desmadejar lo que le motiva para superarse y alcanzar el desarrollo educativo necesario.
Además, Miguel relató cómo la enseñanza de ética, y la formación en derechos, en constitucionalismo y democracia, hace que las personas sean capaces de vivir de pie, con dignidad y empoderadas. Los docentes tienen el deber de amueblar la conciencia de los y las estudiantes, porque el desarrollo de esa identidad les hará libres frente a las injusticias.
Para Miguel, no existe mayor certeza: La educación es la poderosa herramienta necesaria para el cambio social.
En el cierre de esta primera sesión del seminario, durante el tiempo de preguntas, se desarrollaron varias ideas muy interesantes relacionadas con lo desgranado durante las ponencias. Pero me gustaría que nos quedáramos, si me lo permiten, con el lema del catedrático Emilio Martínez; “Las personas somos seres vulnerables, esta vulnerabilidad se combate con el empoderamiento que tiene una base fundamental en la Educación, para que podamos disfrutar de todos los derechos humanos”.
(1) Según la investigación que presentamos en septiembre de 2019, la pobreza infantil en la región (AROPE en la población de o a 16 años) ascendía al 34,7%