Este artículo se publicó originalmente en la sección Una venta al tercer sector del periódico La Verdad el día 12 de junio de 2025 y se puede ver aquí. Cuenta con las formas de Pedro Martínez (presidente del CERMI Región de Murcia), de Juan Antonio Segura (director general de Convive Fundación Cepaim) y de Rosa Cano (directora de Columbares y presidenta de EAPN Región de Murcia).
¿Por qué no hicisteis nada? ¿Qué estabais haciendo para permitir este genocidio? ¿Todo esto estaba sucediendo mientras vosotros guardabais silencio? ¿Por qué solo mirabais, mientras se masacraba a niños y niñas como nosotros? Estas y otras muchas han sido las preguntas que miles de niños y niñas han realizado a sus padres, a sus familiares y al conjunto de la sociedad al ver las escenas del genocidio que perpetró el nazismo, frente al pueblo judío en los campos de concentración y de exterminio. Tal vez las mismas preguntas que nos podrán hacer nuestros hijos e hijas en un futuro próximo, si mantenemos nuestro silencio e inacción ante la guerra en Gaza que aniquila al pueblo palestino.
Es difícil olvidar que el régimen de la Alemania nazi construyó centros de exterminio específicamente para asesinar a las personas judías con gas venenoso. Es difícil olvidar la visita que realicé (Juan Antonio Segura) al campo de concentración de Auschwitz en Cracovia. Recuerdo las imágenes, las emociones y las preguntas que golpeaban con insistencia mi mente en cada paso de mi silencioso recorrido por el campo, recordando en cada momento de la visita la capacidad del ser humano para cometer atrocidades contra el propio ser humano y de justificarlas, a la vez que la pasividad de otros seres humanos que lo permitieron sin elevar la voz.
Recordemos que dos millones de judíos fueron asesinados en operaciones de fusilamiento masivo y masacres. Los nazis, sus aliados y sus colaboradores efectuaron operaciones de fusilamiento masivo y masacres contra los judíos en más de 1.500 ciudades, pueblos y aldeas de toda la Europa oriental ocupada. Entre 800.000 y 1.000.000 de judíos fueron asesinados mediante privaciones materiales deliberadas, enfermedades, tratos brutales y actos arbitrarios de violencia. También asesinaron junto a judíos, a pobres, gitanos, personas con discapacidad, homosexuales y otros perfiles; al negarles deliberadamente el acceso adecuado a alimentos, refugio, atención médica y otras necesidades básicas.
Nosotros pensábamos que los seres humanos atesorábamos la capacidad de recordar nuestra historia para no volver a repetir los errores cometidos en su trayectoria, pero al ver lo que está sucediendo en la franja de Gaza con el pueblo palestino, es una capacidad que ponemos en cuestión. ¿Cómo es posible que una parte del propio pueblo judío que sufrió el holocausto a manos de la Alemania nazi, ahora lo repita con el pueblo palestino? ¿Cómo es posible que el ejército de Israel esté bombardeando hospitales, colegios, viviendas de civiles, campos de refugiados, caravanas de ayuda humanitaria…; matando o mutilando a niños, niñas, mujeres y ancianos? ¿Cómo puede ser realidad que Israel siga impidiendo la entrada de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, dejando, de forma deliberada, que seres humanos mueran materialmente de hambre?
El ataque terrorista de Hamás, asesinando a unas 1.200 personas y haciendo rehenes a 250, fue absolutamente intolerable, inhumano e injustificable desde cualquier punto de vista, pero la respuesta que está dando el Estado de Israel es sencillamente inhumana, desproporcionada, vergonzosa e intolerable; un auténtico atentado contra los derechos humanos, contra los valores y los principios básicos de la propia humanidad, un genocidio televisado al que estamos asistiendo sin capacidad alguna de parar a Netanyahu y a su Gobierno, ni desde Naciones Unidas, ni desde Europa, China, Estados Unidos o los propios países árabes; generando una imagen de impunidad insoportable. Si la justicia es un arma de paz, ¿por qué el derecho internacional o la Corte Internacional no está siendo capaz de parar estas atrocidades?
¿Hemos perdido nuestra capacidad de indignación, nuestra capacidad de emocionarnos, nuestra capacidad de reacción? Las imágenes que estamos viendo de niños y niñas malnutridos, muriendo de hambre, los rostros atravesados por una mezcla de dolor, desasosiego, miedo y rabia contenida, las imágenes de niños y niñas mordisqueados por ratas, los disparos a enfermos en hospitales…, mientras se mantienen los bombardeos insistentes frente a una población que ya ni tan siquiera tiene a dónde huir, a dónde refugiarse, son de tal calado que si no somos capaces de movilizarnos ante ellas exigiendo el fin de la guerra, el fin de los bombardeos y la entrada inmediata de ayuda humanitaria en toda la Franja, es que estamos perdiendo la humanidad, los valores de Jesús entrando en Jerusalén a lomos de un asno, predicando el amor entre los seres humanos. La necesaria respuesta a Israel no es de derechas o de izquierdas, se trata de humanidad.
Una guerra en Gaza que ya ha ocasionado más de 61.000 muertos y 111.000 heridos, ciudades derruidas, hospitales incendiados, colegios arrasados, imposibilidad de acceder al agua potable, a la comida o a la energía; provocando imágenes que atentan contra la humanidad. Una guerra que está sembrando odio entre el pueblo judío y el palestino que será muy difícil de erradicar en generaciones.
Debemos diferenciar entre el pueblo judío, el sionismo y el semitismo. El judaísmo es una religión, el sionismo un movimiento político con posiciones extremas y el semitismo hace referencia a un grupo de pueblos semitas que incluyen judíos y árabes. La guerra en Gaza y las atrocidades cometidas están siendo defendidas e instigadas desde el sionismo, no desde el judaísmo, por lo que desde estas páginas queremos instar a las miles de personas judías que no comparten esta guerra a que alcen su voz contra el Netanyahu y su Gobierno, uniendo sus voces a todos los seres humanos que debemos revelarnos, alzando nuestras voces y nuestras acciones para exigir la paralización de la guerra y la inmediata entrada de la ayuda humanitaria, para a partir de ahí recuperar el diálogo que haga posible la solución de los dos Estados.
Todo nuestro apoyo y admiración a los murcianos que van a participar en la marcha internacional a pie que comunicará Egipto con Gaza, exigiendo el desbloqueo de la ayuda humanitaria y el fin de los bombardeos.