EAPN REGIÓN DE MURCIA SOBRE EL CENTRO DE MENORES DE SANTA CRUZ Y LOS DERECHOS DE LA INFANCIA
Frente a los últimos acontecimientos que están poniendo en duda los derechos propios de la infancia, y en especial los derechos de las niñas y niños que han llegado a esta región sin nadie que les acompañe, desde la Red de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social en la Región de Murcia (EAPN-RM) queremos manifestar lo que sigue.
Las entidades sociales que formamos la EAPN-RM tenemos un firme compromiso con los derechos de todas las murcianas y murcianos, da igual dónde hayan nacido o qué edad tengan. Es ese compromiso el que nos impulsa a hacer públicas estas palabras.
Rechazamos de plano términos como personas ilegales, invasión o efecto llamada. La realidad no sustenta ninguno de estos términos. Es absurdo tener que insistir en que ningún ser humano es ilegal. Lo podrá ser una situación administrativa pero nunca una persona. Los datos, que gusten o no son datos, desmienten la idea de invasión. Y no hay efecto llamada, hay efecto salida: el que provocan la guerra, el hambre o la persecución. Todos estos términos no se basan en hechos sino en sentimientos y actitudes xenófobas que nada tienen que ver con un país y una región que se califica de democráticos.
Estas actitudes xenófobas son las que están provocando lo que está sucediendo en torno al centro de menores de Santa Cruz. No entendemos cómo se puede convertir a un grupo de niños y niñas en moneda de cambio ni cómo se puede verter odio contra criaturas que solo aspiran a una vida digna. No hay forma de racismo tolerable pero aquel que se dirige contra estas zagalas y zagales nos parece especialmente intolerable.
A cumplir con los derechos de la infancia nos obligan acuerdos internacionales, leyes europeas y nacionales así como el más básico sentido común, la solidaridad, el amor y el deber de protección y cuidado que hacia las niñas y niños tenemos las personas adultas de la sociedad.
Como hemos manifestado otras veces: todas las y los menores que estén o que lleguen a nuestra región merecen todos los derechos propios de la infancia. No consideramos que haya ningún margen para la duda o los matices en la afirmación anterior. ¿De verdad queremos una región en la que se pueda dejar abandonadas a su suerte a según qué chicas y chicos solo por su lugar de origen?
Pedimos al Gobierno Regional que no negocie con los derechos de la infancia y menos si cabe con los derechos de la infancia más vulnerable. Le pedimos también que pongan su empeño y todos los recursos que sean necesarios para construir una región en la que las niñas y niños que la habitan, sin excepción, se sientan queridas, protegidas y con un futuro seguro por delante.







