Tercera publicación de una serie de entradas dedicadas a algunas de las ideas alrededor de las cuales se organiza el trabajo y el empeño de EAPN. Las hemos llamado Ideas río porque queremos que fluyan y acaben vertiendo sus aguas en el océano de un mundo sin desigualdad; porque confiamos en que poco a poco, sin prisa ni pausa, consigan cambiarlo todo a su paso; porque nuestro empeño es que calen en la sociedad y hagan brotar nuevas posibilidades. Cada lunes, una.
APOROFOBIA
No por manida, la explicación deja de ser útil: no discriminamos al jeque árabe que llega en jet privado a comprarse un club de fútbol. Si hace falta, se le recibe con alfombra roja y se le agasaja con todo tipo de parabienes. Sí discriminamos al árabe que llega en patera dispuesto a forjarse una nueva vida, a trabajar en el campo cosechando aquello que luego nos comeremos o cuidando a nuestros mayores, a pagar impuestos (directos e indirectos) con los que ayudará a financiar nuestra sanidad o nuestro sistema educativo. El dinero, o su falta, por increíble que parezca, es determinante a la hora de juzgar a nuestros semejantes.
Ese rechazo a la persona pobre es la aporofobia. Puede presentarse de formas muy distintas, desde apartar altaneramente la mirada cuando alguien nos pide ayuda en la calle hasta agresiones que pueden acabar de manera fatal. Es la consecuencia de los prejuicios que todavía rodean a la pobreza, ese pensar que las personas que experimentan pobreza lo hacen por debilidades que solo tienen que ver con ellas y no con las causas estructurales que la provocan.
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El marzo, a raíz de la elección de «aporofobia» como palabra del año 2018, publicamos un artículo al respecto en La Verdad. Para leerlo, pincha aquí.
En noviembre, organizamos un seminario titulado «Aporofobia y abolición de la pobreza». Un pequeño vídeo, aquí.
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La imagen es un detalle de la obra “El mendigo de Leghorn” del pintor y escultor italiano Amedeo Modigliani (1884- 1920).