Comenzamos hoy la publicación de una serie de entradas dedicadas a algunas de las ideas alrededor de las cuales se organiza el trabajo y el empeño de EAPN. Las hemos llamado Ideas río porque queremos que fluyan y acaben vertiendo sus aguas en el océano de un mundo sin desigualdad; porque confiamos en que poco a poco, sin prisa ni pausa, consigan cambiarlo todo a su paso; porque nuestro empeño es que calen en la sociedad y hagan brotar nuevas posibilidades. Cada lunes, una.
CAUSAS ESTRUCTURALES
Los motivos con los que tradicionalmente se ha explicado la pobreza nunca consiguieron colocarla en su justo lugar. Ni castigo divino, ni desastre natural, ni simple mala suerte. Ni siquiera las situaciones puramente personales alcanzaban a justificarla. Todas ellas eran versiones interesadas en ocultar las verdaderas razones que arrojaban a tantas personas a vivir situaciones de vulnerabilidad. Por si fuera poco, llevaban aparejada toda una serie de prejuicios. Unos prejuicios que se podrían resumir en una frase que, todavía hoy, se escucha en contextos distintos y, es posible, con formulaciones algo modificadas: Si es pobre, algo habrá hecho.
Desde hace ya tiempo, los discursos sobre la pobreza, al menos los que pretenden erradicarla, saben que hay que apuntar a las llamadas causas estructurales. La forma en que nos hemos organizado como sociedad, la forma en la que repartimos los recursos, la forma en la que escamoteamos los derechos a según qué personas o colectivos están detrás de las escandalosas cifras de pobreza, de las terribles biografías que tantas personas se ven obligadas a escribir. Solo cuando estas causas estructurales se corrijan, cuando organicemos la sociedad pensando en el bien común, estaremos en disposición de acabar con la pobreza.
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Las causas estructurales fueron parte fundamental del Seminario Estatal de EAPN España celebrado en Murcia el mes de noviembre. Puedes leer algunas de las ponencias aquí.
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La imagen corresponde a una obra del pintor alemán Hubert von Herkomer. Fue realizada en 1885 y se titula «Hard Times» (Malos tiempos). Se cree que pintó el cuadro basándose en los trabajadores pobres que solía ver cerca de su casa en Bushey.