Foto: Antonia García (primera por la izquierda) con el conversatorio #MujeresContraLaPobreza celebrado el 1 de octubre de 2019.
La feminización de la pobreza no es solo que los indicadores de pobreza afecten con mayor contundencia a las mujeres. Es también la forma en la que la discriminación de género hace que la pobreza sea peor.
La entrevista que sigue forma parte de la campaña #MujeresContraLaPobreza que iniciamos el pasado 8 de Marzo. Con esta ya son cinco las entrevistas que hemos realizado. Puedes conocer la campaña, el material y las acciones en el siguiente enlace:
Me llamo Antonia. Nací el 9 de septiembre de 1969. Vivo en Totana. La mayor parte de mi vida fue cuidar a mis padres. En la actualidad, estoy trabajando en el Colectivo El Candil a los que les debo la vida por su gran apoyo porque ellos me han hecho creer en mí. Me han ayudado a tener más confianza en mí para poder seguir luchando contra la pobreza y la exclusión social. Quiero decir una frase que me encanta: el agua rompe la piedra no por su fuerza sino por su constancia. Y eso seremos: constantes con la lucha para erradicar la pobreza para que todos tengamos una vida digna.
¿Qué significa para ti el concepto de “feminización de la pobreza”?
Desde mi experiencia, he crecido con la idea de que a las mujeres se les inculcaba estar en casa y atender a la familia y los estudios eran algo muy secundario o incluso inaccesible. Esa falta de formación me ha limitado mucho el acceso al mercado laboral.
También me he dado cuenta de que algunas empresas prefieren contratar a hombres antes que a mujeres porque si, por ejemplo, la mujer se queda embarazada tiene más dificultades para poder conciliar la vida familiar y su trabajo. En estas situaciones, se presenta una realidad muy difícil y en muchas ocasiones la mujer tiene que decidir entre ambas opciones cuando no debería ser así.
También hay muchos trabajos que están predestinados a los hombres por tener más esfuerzo físico, aunque las mujeres estemos en buenas condiciones para realizar el mismo trabajo.
Pero sobre todo, con respecto a la pregunta que se me plantea, destacaría el tema de la conciliación. Hoy en día es una barrera muy difícil de superar.
¿Cómo te ha condicionado en la vida ser mujer?
Yo por ser mujer he perdido muchas oportunidades en la vida, como poder estudiar o poder empezar a trabajar a más temprana edad para hoy tener más experiencia laboral.
En mi caso tuve que dejar mi vida a un lado para poder ocuparme del cuidado de mis padres, mientras que mi hermano, al ser varón, tuvo la oportunidad de cursar más estudios que yo y poder incorporarse antes al mercado laboral. De modo que mi hermano, económicamente, disponía de más facilidad para independizarse y formar una familia.
Yo pasé unos momentos muy duros al fallecer mis padres… mujer sola, sin trabajo y con 43 años y además con otro factor extra de discriminación: mi orientación sexual.
Actualmente, aunque suene triste, todas esas condiciones son factores de peso para ser excluida en determinados empleos.
En el momento de hacer esta entrevista, estás trabajando pero es un contrato temporal. ¿Cómo tendría que ser un trabajo para que fuera digno? ¿Qué opinión tienes sobre la pobreza en el empleo?
Para mí, un trabajo digno sería aquel en el que supieras que al finalizar el contrato, sea de los meses que sea, tienes la opción de acogerte al paro o poder optar a alguna ayuda, en el caso de no encontrar otro empleo, con el fin de poder tener un poco de tranquilidad.
Se hace muy duro saber que llega la fecha de finalización del contrato, que pronto te vas a quedar nuevamente en desempleo y no tienes ninguna opción de ayuda o prestación pero que las facturas no te van a dejar de llegar; tienes que seguir comiendo y en mi caso pagando una medicación muy costosa debido a un tratamiento que sigo.
Me parece excesivo el tiempo que tienes que estar sin trabajar para poder solicitar algún tipo de ayuda, y ¿mientras tanto qué?
Vuelves a la situación de vulnerabilidad, vuelves a la casilla de salida. Para mí la mejor opción para solventar esta situación sería que se pudiera renovar una ayuda económica de forma automática al finalizar cualquier trabajo, sin tener que esperar meses y meses. Pues ese tiempo de espera es muy difícil de sobrellevar.
El pasado 17 de Octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, EAPN-RM estuvo en la Asamblea Regional. El Grupo de Participación del que formas partes, intervino frente a los grupos parlamentarios. ¿Qué valoración haces de ese momento? ¿Crees que conocer vuestras historias de primera mano hará que se tomen más en serio la realidad de la pobreza?
A priori, mi valoración es positiva por el hecho de que contaran conmigo para dar voz a tantas realidades y vivencias similares a la mía.
Pero tras un análisis de mi participación en este acto te puedo decir que me quedé con ganas de poder contestar a algunas cuestiones y que las personas que estaban presentes allí nos plantearan preguntas y no sólo añadiesen comentarios sobre sus experiencias personales.
Particularmente, me faltó el compromiso de los diputados allí presentes. Poder decirles que no basta con sólo escucharnos, aunque es cierto que es el primer paso. Que lo que necesitamos son soluciones y que las promesas no se queden en saco roto.
Que pudiéramos hacer cursos de formación con prácticas, que nos den la oportunidad de trabajar en un empleo donde no se priorice y exija la experiencia laboral porque si nunca nos dan la oportunidad de trabajar jamás llegaremos a tener experiencia; es la pescadilla que se muerde la cola.
Me gustaría que se dieran más oportunidades, como la del día 17, de poder expresarnos ante ellos.
Yo solo quiero un trabajo con el que pueda vivir sin la angustia de saber si llegaré o no a fin de mes. Yo no quiero vivir de las ayudas porque desgraciadamente son “pan para hoy y hambre para mañana”, yo necesito ganarme la vida trabajando.
Hablaste de renta básica en la Asamblea Regional y aquí te hemos preguntado sobre género y sobre empleo. ¿Qué otras cuestiones consideras que son importantes a la hora de luchar contra la pobreza?
Yo creo que una de las cosas más importantes para luchar contra la pobreza es la unidad de todas las partes implicadas, puesto que la unión hace la fuerza y querer es poder y además es necesaria una intención clara por parte de todos los partidos políticos que nos representan.
Vivimos años muy difíciles, y para las personas vulnerables lo están siendo aún más pues la crisis económica ya formaba parte de nuestras vidas antes de que apareciera en el resto de la población.
Por eso se necesita una conciencia social de verdad de la realidad de lo que está pasando y es más, añadiría que también se necesita un reparto más equitativo de los recursos existentes pues tristemente nos encontramos situaciones en el día a día que requieren de más control.
Formas parte del Grupo de Participación de EAPN – RM. ¿Qué te aporta el grupo y qué aportas tú?
Para mí, el grupo de participación EAPN-RM ha supuesto un antes y un después en mi vida.
En el grupo he tenido la oportunidad de conocer gente que está en mí misma situación. Es un apoyo saber que hay personas que han pasado y están pasando vivencias similares a la tuya.
Nos reunimos una vez al mes y me siento muy a gusto compartiendo momentos con ellos. Se ha creado una unión de grupo muy bonita y te puedo decir que se han convertido en una parte importante en mi vida.
La palabra “empatía” es la definición más clara de cómo me siento en el grupo. En EAPN-RM se organizan talleres, seminarios, etc… donde nos dan la oportunidad de poder contar nuestras experiencias. Yo aporto al grupo mi propia experiencia y si con ella puedo ayudar a alguien me siento más que satisfecha.
INTERVENCIÓN DE ANTONIA GARCÍA ANTE REPRESENTANTES DE LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS
ASAMBLEA REGIONAL // 17 DE OCTUBRE DE 2019
La entrevista en pdf: